Tras varias chicanas públicas, acusaciones cruzadas, y una reunión de “emergencia”, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, volvió a enviar un duro mensaje al interior de Juntos por el Cambio en el que dejó expuesto su fastidio por la forma en la que fueron tomadas sus declaraciones de los últimos días. Lejos de poner fin a la discusión, la exdirigente reavivó la interna de Juntos por el Cambio. Desde el espacio, volvieron a contestarle. Y esta vez, agitaron el fantasma de llevarla de patitas ante la Justicia.

La imbecilidad, según la Real Academia, es la absoluta falta de entendimiento. Lo que causa escándalo no es el mensajero ni su tono, es su estilo ‘poco patriarcal’. Lo que causa escándalo es la verdad. Besos”, sentenció Carrió en su cuenta de Twitter.

El año que viene, Juntos por el Cambio tiene que estar conformada por decentes. No puede haber más negocios«, afirmó Carrio y sostuvo que, con Massa en el Gobierno, hay una puja entre un sector de la coalición que imagina un «neo PJ con Massa y compañía» y el «panrepublicanismo» en el que se incluyó a ella, a Mario Negri, a Macri e «incluso a Patricia Bullrich».

«Hay sociedad con el massismo en Juntos por el Cambio. Básicamente, negocios con el massismo de Cristian Ritondo, y del que era ministro de Justicia, Gustavo Ferrari», afirmó Carrió, en alusión al gobierno de María Eugenia Vidal. «Hay personas en Juntos por el Cambio que hacen negocios. AYSA es una caja. Y es de Massa. Antes era de Rogelio Frigerio», agregó y dijo además que «yo sé que en la Cámara de Diputados Emilio Monzó tenía negocios con Massa porque lo veía».

Ante un nuevo dardo, este domingo le contestó  un delfin de Bullrich, Gerardo Milman, quien aclaró que «si Carrió tiene pruebas debe dirimirlas en la Justicia». «Si cree que alguien cometió delitos lo que corresponde es que vaya a la Justicia y, si no tiene pruebas y ha vociferado más de la cuenta, quizás algunos la convoquemos a la Justicia igual», completó.

Cabe destacar que, tras sus primeras declaraciones, los principales dirigentes de la alianza salieron a responderle en público y a cuestionar sus palabras, lo que derivó en el recalentamiento de la interna.

La primera en pronunciarse fue la exministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, a quien Carrió le recordó que había dejado de ser aliada de ella y tiempo después estaba con Macri. «Como presidenta del PRO no puedo ver con buenos ojos el espectáculo degradante de Elisa Carrió, al golpear a dirigentes de Juntos por el Cambio objetando sus conductas éticas. Y esto sin mirar la propia y la de sus aliados. Basta, Carrió», comenzó un extenso hilo cuestionando a la líder de la Coalición Cívica.

Bullrich repasó los insultos de Carrió a su segundo, Gerardo Milman, pero también a Facundo Manes. «No vale todo. No vale eso de que porque es Carrió nadie la enfrenta», dijo. «Como presidenta del PRO digo basta y no me callo. La unidad es la herramienta más potente contra el kirchnerismo. Quien atente contra ella pone en riesgo la construcción del cambio», la acusó.

Larreta

Pero lo que parecía que iba a ser una pelea entre Carrió y Bullrich fue el tiro de largada de un sinfín de declaraciones de dirigentes de todos los espacios de la alianza. Con otro tono, Horacio Rodríguez Larreta también la cuestionó: «Tengo mucho respeto por Lilita, pero no estoy de acuerdo con sus declaraciones. Es muy saludable que haya discusiones internas, pero el límite son los agravios».

En el PRO lo ven como una clásica jugada de Carrió para luego negociar lugares en las listas. «Pero como nunca antes hubo un frente único para responderle. Esto seguramente va a traer cambios en la alianza», indicaron cerca de uno de los dirigentes agraviados. En el larretismo, destacaban que Macri no dijo nada al respecto y sospechaban de un acuerdo entre ambos.

UCR

Desde la UCR también confluyeron todas las líneas internas en cuestionar a Carrió. Primero salió Gerardo Morales. «No vale todo, Carrió. Es de una gran irresponsabilidad tu actitud insultante hacia mí como gobernador. Si hay alguien al que le tocó enfrentar a la mafia y que no negocia impunidad, soy yo», le devolvió.

Se sumó el titular del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, Alfredo Cornejo: «Ni egos ni vedettismos pueden corroer la unidad de Juntos por el Cambio. La gran mayoría de la sociedad nos necesita unidos para defender la República y combatir el populismo», dijo.

El sector de Evolución, de Martín Lousteau, sacó también un comunicado en la misma línea: «Las declaraciones de Carrió van en el sentido contrario (a la responsabilidad). Generan conflictos innecesarios. Los argentinos nos miran espantados, como si los dirigentes viviéramos en otro planeta».

Por su parte, la UCR sacó un comunicado institucional: «Repudiamos las descalificaciones de Elisa Carrió que afectan el honor de dirigentes de Juntos por el Cambio. Es una irresponsabilidad hacer denuncias falaces. Desde la Mesa del Comité Nacional respaldamos la conducta y la gestión del presidente de nuestro partido y gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales».

En tanto, cerca de Carrió indicaron que su salida fue una «acción preventiva» ante diversos sectores que estaban comenzando una incipiente negociación con Massa. «No vamos a aceptar el abrazo del oso ni los cantos de sirenas», advirtieron a este diario. La alianza cruje como nunca.